Poemas de Mario LaBorde

- ¡ Hola! - ¡ Hola !, tanto tiempo - dijo ella con asombro Y ahí me quedé perplejo pensando en cuánto tiempo no la había visto.

4 días, 5 días, 6 días, 7 días, Esperando el día en el que tú por fin, Lograras decidirte por terminar esta agonía, Para volver a mi pasado, yo mismo, Que dentro de mi cataclismo, Logra controlar mi alma, A pesar de que por dentro, Sienta todo como un gran sismo, Que busca aniquilarme, Que busca que no pueda levantarme, Pero de mi pasado aprendí, A vivir mi presente, A marcar mi futuro, Un futuro latente

De lo invisible a nuestros ojos Por distintos motivos El estrés continúa su rumbo creciendo Cuando partió con un manojo Solo hay unos pocos Que buscan la calma alcanzar En medio de la tranquilidad Sacar el candado a la vitalidad

Fui guionista, estuvo bien, Fui protagonista, fue mejor, Me convertí en antagonista, Ni me preguntes el error, Pase de ser la tinta de sus cartas, A ser el remolino que hoy, A sus días espantan, Carterista de psicología, Aunque me pueda ir mal, Siempre me salgo con la mía, Esta vez no fue así, Se fue de aquí, Solo fui la firma que rellenaba, El papel de víctima, Ella no me quiere creer, Yo ya sé que ya no va a volver

Blanco y reluciente, Intentas matarme, Cuando vienes a visitarme, Sacando sangre de mi vertiente, Cubro mi cuerpo con abrigos verdes, Pero vienes a quitarme aquel manto, Y vienes por todo lo que tengo, Creyendo que con lo que me das, Mi vida yo mantengo.

Dame un tecito de llantén Para calmar este dolor Para este mal anochecer Para bajarme de este tren Dame un tecito de llantén Aunque sea solo un poquito Para este mal anochecer Para calmar todo este estrés

Frescura, dulzura Amor del que dura Cien años de amor Cien peleas y ninguna dura Décadas de renovación Tiempos de reafirmación Sin dudas en el momento Construir caminos eternos

¿Cuándo te volveré a ver? Me lo he preguntado una y otra vez Caminando en la pista de un oscuro césped Mientras apareces tiñendo el cielo de verde La incertidumbre me corrompe el corazón Poniéndole candado a mis fortalezas sin razón Dejando a la vista todo mi dolor Dolor que me aqueja por la misma desesperación